El origen de la obesidad.

Se me ha ocurrido escribir posts acerca de temas sobre la obesidad según mi experiencia, según mis reflexiones o según las cosas que pueda leer por ahí.

Pues ahí voy con el primer post.

El origen de la obesidad.

El ser humano no ha nacido obeso, sino que ha enfermado de obesidad. ¿Por qué? ¿Por qué he enfermado? He comido de lo que había, de lo que se me ponía en el plato, de lo que se anunciaba en la TV. Estas son las respuestas que habitualmente nos damos como explicación a nuestra obesidad:

1- Es la constitución de cada uno, es la genética.
No me sirve. ¿Por qué?:
1.1- La obesidad es una enfermedad del Occidente actual y cuando encontramos obesos en retratos y grabados de otras épocas, son personajes adinerados. ¿Alguien recuerda a persona obesa en la Posguerra española? ¿Alguien consigue visualizar algún soldado de nuestra Guerra Civil con un poco de grasa? Si fuera por la bendita constitución habría obesidad en época de penurias.
1.2- Genéticamente no puedo ser obesa puesto que mis padres son delgados, incluso muy delgados y mis abuelos también. ¿Por qué mi hermana tiene sobrepeso y yo soy obesa?
No hay obesidad en época de hambre. Sin embargo, en nuestra sociedad de la crisis económica, los más atacados por la dichosa crisis son los más obesos. Aquí aparecen otros argumentos que la gente se dice:
a) Es que me engordan las preocupaciones.
b) No tengo dinero para comprarme zapatillas ni para ir al gimnasio.

2- Hay otra habitual respuesta: "Es que comes mucho".
No, yo no como mucho, incluso a veces, como poco.
A la vista de los menús que circulan por la red y de la fuerza de voluntad que demuestran las personas que los siguen ¿por qué siguen gordas? Y lo mejor de todo ¿por qué vuelven a engordar? Si han perdido 15 kilos de grasa, ¿por qué vuelven a obtenerlos, es que, acaso, sigue su cuerpo enfermo? ¿se ha extirpado lo podrido, pero el cuerpo, enfermo, vuelve a generarlo?

Yo no quiero extirparme lo podrido, yo quiero sanar, lo podrido ya se caerá solo cuando no tenga a donde agarrarse.
¿Por qué vuelvo a enfermar? Oimos palabras como el "efecto rebote", "el efecto yo-yo" de algunas dietas. ¿Algunas? Parecen ser todas o casi todas a juzgar por el poco éxito a largo plazo.

Yo creo que engordamos por dos causas:

1-El sedentarismo.
Nos invade en todos los aspectos de nuestra vida y avanza a pasos agigantados. El ser humano está diseñado para moverse, para hacer fuerza con su cuerpo. Sin tener que remontarse al hombre de las cavernas, mucha gente de nuestros pueblos, nuestras abuelas, cultivan la tierra, incluso aran ellos mismos, sacan diariamente a las vacas y las conducen por los caminos a los prados, cortan la leña con la que se calentarán y cocinarán por la noche. Y si miro a mi infancia:
- Yo vivía en un quinto con ascensor, pero los niños no podíamos cogerlo solos y, como jugábamos en la calle, no con la playstation, pues las subiamos y bajábamos veinte veces al día.
- La calefacción sólo estaba en el comedor y consistía en una estufa de butano. El calor no me adormecía, la familia estaba junta y había que transportar la bombona.
- Al colegio siempre íbamos andando y el Instituto distaba 20 ó 30 minutos a pie. Un día que me había levantado tarde me encontraba esperando el autobús cuando pasó uno de mis profesores en su coche; él vivía a más de 20 kilómetros. Al verme en la parada me subió .- ¿Por qué coges el bus con lo cerca que vives del Instituto? .-Es que me he levantado tarde. - Ah, pues hay que madrugar más.

2- Eso que llamamos comida.
Comida es aquello que si lo huelen los animales salvajes se lo comen.
Comida son las verduras, las frutas, las legumbres, los huevos, la leche, la carne y el pescado. La miel, el azúcar, los frutos secos, la sal, las especias, el agua, el vino, la cerveza y el whisky, el aceite, el vinagre y los cereales, el chocolate, la mermelada y el marisco.
Comida es el cocido, la paella, el cous-cous, la lasaña, las tartas y los mantecados, la fabada, los asados, los burritos, el chucrut, el roastbeef y la polenta.

No es comida los estabilizantes, los conservantes, los potenciadores del sabor, los azúcares refinados, las harinas refinadas, las grasas trans.

Comida debe ser aquello que está en la tierra y que el hombre ha comido toda su vida sin ser obeso.
De hecho hay tantas cosas que son irreconocibles!!!!!!!
Los alimentos manufacturados en muchas ocasiones no se parecen a los naturales:
- Recuerdo la primera vez que comí tiramisú casero. Celebrábamos un aniversario y cada uno llevábamos algo de comida. Alguien dijo .- El postre es un turamisú. ¿Un turamisú? Yo había visto el postre en el frigorífico y no era un tiramisú. Desde entonces soy fans del tiramisú, pero nunca lo como en un restaurante de comida manufacturada.
- Y qué decir del tomate frito de tetra brik. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
- La leche es otro misterio. Cuando era pequña la odiaba, pero con el timepo fui aceptándola e incluso a los 20 años la pedía en los bares en vez de un refresco. Un día en una casa rural la dueña nos dijo: "Si quereis leche de mis vacas os la regalo, no la puedo vender, pero teneis que hervirla 3 veces. ¿Hervir 3 veces? ¡Qué antiguo! Cuando la leche cruda empezó a calentarse y a oler tuve que salir despavorida, quería vomitar. Ya me acordaba porqué no me gustaba la leche. Entonces ¿qué era lo que yo tomaba en los bares?
- ¿A alguien le sale la lasaña en casa como las congeladas? ¿Nuestro gazpacho es como el del supermercado? ¿Alguna vez alguien consiguió croquetas o empanadillas como las industriales? Es verdad, la fabada está muy lograda y con las tortillas de patatas se han superado.

Yo creo que cuando como comida casera mi cuerpo sabe qué hacer con ella, la usa de energía y si he comido de más, en un par de días el cuerpo vuelve a donde estaba. Pero cuando tomo alimentos refinados, procesados o muy elaborados (aunque sean caseros) se almacenan y tardo semanas en deshacerme de ellos.

Yo he llegado a dos conclusiones que creo me beneficiarán en mi cambio de vida:
- Tengo que estar activa, a los lugares se llega andando y a los pisos se sube mediante escaleras. Tengo que estar sentada en las sillas y no tumbada en los sofás. No dejaré las tareas de casa para mañana y, cuando vaya llegando la hora de dormir, iré relajándome mediante la lectura o la charla, pero no mediante la televisión.
- Tengo que comer lo que humanamente es alimento. Si quiero lasaña la haré un día de fiesta, si quiero menestra cortaré yo las verduras.

Bueno, fundamentalmente, intentaré ser feliz.

Gracias al que haya llegado hasta aquí; sólo quería expresar algunas inquietudes.


4 comentarios:

  1. Veo un poco de mentalidad ”paleo” por aquí con lo de la comida de verdad y demás ;). Aún así, disiento con tu definición de lo de ”comida de verdad”, por ejemplo el azúcar no lo es, de hecho se usan disolventes para extraer la sacarosa de la caña y luego se deja secar. La comida de verdad es lo que te puedes encontrar en el campo y con tus manos podrías preparar. Pero igualmente, como puse en mi entrada, cuidado con el azúcar, que aún usando azúcar integral de caña nuestro cuerpo no está habituado a manejarse.

    Y bueno, lo dicho, muchos ánimos en tu dieta ^_^. Yo ahí´sigo también, jajaja.

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  2. Gracias Demóstenes. En realidad en casa tomamos miel y canela. El azúcar sólo es de vez en cuando y no sólo es integral, también es ecológica, sin ningún tipo de disolvente, al igual que la poca sal que tomamos, no sé parece en nada a la sal de mesa, sin embargo sabe muy rica jajaja.
    Un abrazo.

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  3. Me ha gustado mucho tu entrada, estoy muy de acuerdo con ella.
    Yo sí he de decir que como mucho, o eso me han dicho siempre, a pesar de ello no he llegado a ser obesa.
    Un beso

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    1. Si no has llegado a ser obesa es que no comes tanto. A seguirse cuidando, que lo vamos a conseguir. Yo, de momento, ya he salido de la obesidad y me encuentro en el sobrepeso grado II.
      Muchos besos Pili.

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Gracias por vuestro tiempo y por escucharme.
Espero ser de ayuda también a otras personas.