sábado, 25 de enero de 2014

Estoy un poco perdida 25.1.14

No estoy creativa, no consigo poder expresarme, tampoco consigo hacer otras cosas. Este fin de semana terminaré la mudanza de mi casa; ahora comienza el hacer de la nueva un hogar y espero con ilusión el dedicarle bastantes horas a esta tarea que no consiste, a mi modo de ver, en decorar, sino en ubicar los elementos de tal manera que la vida sea fácil y cómoda.

No me he vuelto a pesar; no creo haber subido de peso, tampoco creo haber adelgazado. Estoy comiendo bien y esta semana llevo dos días de ejercicio. Parece que vuelvo a la rutina.

La semana que viene tengo una apretada agenda, por lo que será en la próxima cuando empiece mi entrenamiento con el objetivo de enfrentarme en junio al menos a  50 km. He pensado (parece lógico) planear por escrito tanto el ejercicio como la comida. La dieta de la enfermera es muy genérica, necesito establecer exactamente lo que voy a comer. No quiero saber que tengo que comer legumbres tres o cuatro días a la semana, sino que escribiré lunes garbanzos, miércoles lentejas, jueves guisantes y sábado judías... bueno, más extenso. Creo que estableciendo los menús por escrito me será más sencillo, de esa manera será como si tuviera una agenda también para ésto.

Voy a comprar una báscula de cocina y voy a medir las cantidades estableciendo cada semana las calorías de cada plato.

Todo ello parece no sólo tedioso, sino contraprudecente para la buena dieta. Siempre he entendido que es cuestión de hábitos y de escuchar al cuerpo, pero se trata de no aburrirme... y es que me veo un poco aburrida.

Ya se pasará.

lunes, 20 de enero de 2014

Y volvemos a empezar 20.1.14

77.6 kg

Parecía que nunca iba a volver a escribir en el blog, las Navidades, la recuperación de las Navidades, una mudanza por medio y la temida gripe. Pero hemos saldado esta etapa victoriosamente... no he engordado. Es verdad que hacia el día doce de enero me pesé y había un kilo más, pero ha debido de caerse por los caminos de la vida sana.

Tengo proyectos para el nuevo año, ese año que empieza cada día y hoy es uno de esos días. De momento me he cambiado el peinado, más juvenil y más rubio; para continuar estoy escribiendo un post; y para seguir... bueno, para seguir ya veré, no lo tengo claro, estudiar, emprender un negocio... Empezaré por vivir.

Hoy estoy aún con cierta ausencia de energías, consecuencia de la enfermedad. Pero estoy decidida a enfrentarme a la Corricolari. ¿Qué es eso? Pues una carrera no competitiva que consiste en... ¡100 Kilómetros! :(((((((:::::::::??????????????????????¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿::::::(((((((((((((()))))))))):::::::::..............
Sí, sí, evidentemente no son para correr, sino para andar (hay quien corre prácticamente los cien kilómetros). Por supuesto, puedes pararte cuando quieras a descansar... y para irte a casa; es más, nadie obliga a apuntarse, claro está. En el fondo mi cerebro piensa que, si ya me enfrenté a una marcha de 25 kilómetros, podría hacer ahora una de 50 km. Y si me encuentro con fuerzas, pues alguno más. Porque lo que en el fondo me asusta no es la distancia en sí, que me aterroriza, sino el que llegue la noche y seguir caminando, así que me lo plantearé como una marcha de 50. Es en junio, veremos a ver.

De momento, comer bien y volver a empezar a correr, mi Pilates y decorar mi nueva casa.

Hasta mañana.

viernes, 10 de enero de 2014

Vuelven las agujetas 9.1.14

Mañana tengo que pesarme, no es una obligación, pero es la decisión que tomé el martes depués de Reyes. Y sí, tengo miedo, tanto que no sé si lo haré. No me siento mal, me toco la cintura y la noto en su sitio. He comido bastante bien, aunque no divinamente; y he hecho ejercicio, aunque tampoco en demasía.

Creo que estaré en los 78, aunque querría volver a ver el 7. Pero lo que me da miedo es ver el 79. Demasiado miedo.

Lo que sí he mantenido estos días es la actividad. Tareas planificadas hasta el acostarse y eso me hace sentir bien. Proyectos de trabajo, y de vida que van tomando forma, poco a poco, pero se van perfilando.

Lo que tengo hoy, que hace bastantes días que no sentía, son las maravillosas agujetas. Ayer volví a Pilates después de 20 días y !ay, Dios mío! !Qué horita más mala pasé! A los 30 minutos sudaba cuál pollito. Está profesora es mala... muy mala !no nos deja descansar! La sala de Pilates está en el piso de arriba. !Cómo no me vería al terminar que me ayudó a bajar las escaleras! Me temblaba todo, los muslos, los brazos. Está mañana estaba dolorida, pero al mediodía el dolor ya era un poema; las compañeras del trabajo se reían de mí cada vez que me levantaba de la silla o que me sentaba. Ha sido divertido... para ellas, claro. He estado a punto de tomarme un paracetamol, pero he preferido sentir el dolor de la gloria. Digo yo que estos dolores son consecuencia del trabajo bien hecho y me he sentido orgullosa.

Hasta mañana.

martes, 7 de enero de 2014

Por fin llegó la rutina 7.1.14

Feliz Año.

Creo que la felicidad está en la rutina, por lo menos la mía. Ya sé que me divierto cuando estoy en medio de la fiesta, pero el día siguiente (más bien, los días siguientes) no me es agradable. A poco que beba algo de alcohol y a poco que coma más de la cuenta, lo paso mal. Estar estoy bien, pero no al cien por cien y esa sensación no me es agradable. No es lo que hayas comido, que lo has comido, sino lo que has dejado de comer. Uno come grasa de más, (y ¡qué grasa!) y abandona las verduras y la fruta. Uno bebe de más y abandona el agua.

En mi defensa diré que ni ha sido excesiva la ingesta de sólidos y líquidos, ni ha sido total el abandono de las saludables viandas. A pesar de ello, hoy no me he pesado. Me gustaría tener tres días de desintoxicación, de frutas, de caldos, de verduras hervidas; pasear, mi pilates y dormir. El viernes será el gran día, el cual creo que no va a disgustarme, pero esperaré.

Estoy segura de que el año que empieza me traerá cosas muy interesantes, no tengo intención de ver la vida desde el sofá y eso creo que es el primer mandamiento para vivir. La rutina, el orden de los días y de las horas, no ha de implicar aburrimiento. Haber planeado la agenda supone disfrutar dos veces, cuando actúas y cuando lo decidiste. Sí, me estoy visualizando durante los meses venideros y me gusta lo que veo... me gusta mucho lo que veo.

(fotografía: dietistasusanasanchez.com)